El cabello rizado tiende a ser más seco y frágil que los demás ya que,la grasa natural que produce el cuero cabelludo (cebo), no puede deslizarse con libertad a lo largo por el patrón de los rizos. Es por ello, que las cabelleras rizadas siempre sufrirán de encrespamiento. Sin embargo, existen algunas técnicas que pueden ayudar a controlarlo y reducirlo.

Una de las formas para combatir el encrespamiento es aportado proteínas. Las proteínas dan forma, estructura y fuerza a los rizos. Cuando el cabello es de porosidad alta, las cutículas abiertas impiden retener la humedad y los nutrientes, lo que debilita las cadenas de proteína del interior del cabello, tornándolo frágil y con encrespamiento.

El aportar proteínas ayuda a sellar la cutícula, retener la humedad y nutrientes, y fortalecer la cadena de las hebras del cabello.Sin embargo, hay que cuidar de no excederse en la aplicación de proteínas porque sino se obtendrá un cabello pesado, opaco y débil.

El encrespamiento también puede deberse a la falta de hidratación. Sin ella, el cabello pierde la humedad que le aporta movimiento, flexibilidad y elasticidad. Por eso es importante recuperarla y retenerla en la hebra. De igual manera, hay que procurar no excederse con la hidratación porque, de lo contrario, se obtendrá un cabello pesado, reduciendo el volumen y la definición.
Es importante lograr un equilibrio entre proteínas e hidratación, para tener una cabellera rizada saludable, definida y con volumen.

Otra manera de combatir el encrespamiento es aplicando aceites para sellar y reparar las hebras capilares que pueden tener las cutículas abiertas. Los aceites son emolientes que ayudan a sellar la cutícula, dar brillo, suavidad y flexibilidad a los filamentos. Los aceites se pueden aplicar antes o después de la rutina. Si se quiere crear una barrera protectora para evitar que el cabello absorba demasiada humedad durante el lavado, se deben aplicar aceites penetrantes antes de la rutina. Si lo que se busca es retener la humedad, se deben aplicar aceites no penetrantes después.

Como ya mencionamos anteriormente, el cabello rizado es seco y frágil por naturaleza. Por ello, tocarlo y manipularlo demasiado incrementará las posibilidades de dañarlo, fomentando el encrespamiento. Es así, que se recomienda tocarlo lo menos posible para conservar la estructura y fuerza del patrón rizado.Existen gorros de satén que ayudan a proteger el cabello de los roces con materiales como el algodón o poliéster. Así se evita que las hebras se rompan y abran.

A su vez,tenemos que utilizar las herramientas y técnicas de secado adecuadas para cuidar nuestra melena. Si se seca el cabello con un secador convencional, la fuerza del aire y las altas temperaturas, harán que el pelo se revuelva y se reseque aumentando las probabilidades de obtener una cabellera con frizz. Es por ello, que se recomienda utilizar difusores o accesorios difusores que secan el cabello rizado con sutileza y cuidado. Esto se debe a que el calor del aire no impacta directamente en las hebras, sino que se genera como una cámara de calor que no daña las fibras. Además, los especialistas aconsejan utilizar estos aparatos a una temperatura y configuración media para evitar revolver y quemar el cabello.

Cuidar y mantener los rizos no es tarea fácil, pero basta con seguir estos secretos y tener constancia para que las melenas rizadas se vuelvan la envidia de nuestros tiempos.